Pese a que ya lleva un tiempo siendo tendencia, y pese a que muchos le auguraban un corto "reinado", el hecho de rodear la mesa del comedor con sillas disparejas ("una de cada madre") sigue siendo uno de los must más reiterados en decoración.

Como todo en este mundo (especialmente en el del interiorismo y la decoración), esta práctica tiene sus defensores (fervientes) pero también sus detractores (asimismo fervientes). Los primeros (entre los que me encuentro) consideramos que otorga personalidad al comedor, lo dota de singularidad, rompe la monotonía y, sobre todo, es una gran solucción para todos aquellos que (como yo) no podemos elegir un solo modelo de asiento, ya que nos gustan todas las sillas. Los segundos, por el contrario, aducen que el hecho de colocar un juego de sillas iguales da orden, simetría, y presenta el comedor como un todo organizado.

De todas formas, hay maneras de dar cierto orden al "desorden": mismo color, pero diferentes modelos de sillas; diferentes colores con un mismo modelo de silla; usar un mismo material para todas (metálicas, por ejemplo); un mismo periodo (sillas escandinavas de los 60 por ejemplo); un mismo diseñador (diferentes modelos de Thonet, por ejemplo). Lo importante es sentirse a gusto con nuestras sillas!!!

Y vosotros, ¿de qué bando sois?

Todas las imágenes proceden de mis paneles de inspiración en Pinterest

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