Cuando uno decide comprar una vivienda destartalada, con una pila de años a sus espaldas, hay dos opciones: renovarla o reinventarla. En el primer caso se trata de modernizarla, cambiar su aspecto original o el sufrido a lo largo de los años; en el segundo caso la intención es devolver a la vivienda el esplendor de cuando fue construida, manteniendo, en la medida de lo posible, los elementos arquitectónicos de aquel entonces e intentando dotarla del mobiliario, objetos decorativos, obras de arte y textiles, de la época. 

Esta segunda opción, más conservadora, es, sin embargo, la que yo prefiero y la que escogieron los propietarios de la vivienda que protagoniza el post de hoy. La casa de campo, una construcción de finales del siglo XVIII, está en la zona de las montañas de Catskills, en la parte sureste del estado de Nueva York. Durante todos estos años, la casa había sufrido numerosas reformas. Cuando los propietarios la encontraron, tenía las paredes pintadas de diferentes colores, muebles pesados de diferentes épocas, sin ningún plan decorativo, así que decidieron encargar la "reinvención" a la firma de diseño Jersey Ice Cream Co., quienes mantuvieron algunos elementos estructurales, como los suelos y los paneles de madera y otros fueron reformados. En cuanto a la decoración, optaron por buscar en mercados y tiendas de segunda mano piezas vintage de época y otras similares. 

El magnífico resultado salta a la vista. ¿Qué os parece? Vosotros, ¿sois más de renovar o de reinvertar?

Procedencia de las imágenes: Remodelista

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