El otro día, con motivo del tercer aniversario de Etxekodeco os decía que a quien había que felicitar no era a mí sino a todos vosotros, los lectores, porque sois los que habéis hecho que esta aventura se haya mantenido viva durante todo este tiempo. Pues bien, entre las numerosas felicitaciones recibidas, una me emocionó particularmente. Llegó a través del e-mail, y quien lo escribía era una lectora, Maria Ángel.
En ese mail me decía que acababa de quitar la cuna de Pierre, su hijo, y que había emprendido la tarea de reformar su habitación. Lo que más ilusión me hizo es leer que, después de todos estos años siguiéndome diariamente (arañando minutos de sus tareas diarias como madre trabajadora y opositora), la habitación tenía mucha inspiración Etxekodeco.
La habitación del pequeño Pierre (con cama y rincón de juegos) luce una preciosa paleta cromática en tonos cremas, gris verdoso, potenciada por otros colores más vivos (especialmente el rojo) que proceden especialmente de los textiles, los juguetes, los libros y los objetos decorativos. En cuanto a la decoración, de sabor vintage, está formada por recuerdos, compras en mercadillos, regalos y elementos nuevos. Un magnífico ejercicio de eclecticismo.
Me encanta la habitación de Pierre porque es vivida y porque tiene una gran personalidad. ¡Enhorabuena Maria Ángel y muchas gracias por hacerme sentir que el trabajo con Etxekodeco merece la pena!
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