No todas las viviendas del norte de Europa responden a los patrones de eso que hemos dado en llamar estilo nórdico y que presenta unas características muy determinadas que las hace inconfundibles: mobiliario de líneas rectas, sencillas y maderas claras; paredes y suelos preferentemente claros; textiles de esquemas cromáticos llamativos, etc.
La vivienda que hoy os presento es una de esas excepciones que confirman la regla. Está en Goteborg, en el sur de Suecia, y es un magnífico ejemplo de eclecticismo bien ejecutado. En la decoración de los espacios se ha optado por mezclar diversos estilos, desde el más clásico de la mayoría de las piezas de mobilairio (vintage en su mayoría), al industrial, presente en algunas de las paredes de ladrillo visto, sin olvidar el minimalismo de la cocina. Todo ello aderezado con una buena muestra de textiles (especialmente en las alfombras) de inspiración étnica.
El resultado, como se puede apreciar en las imágenes, es una vivienda llena de calidez y, sobre todo, de personalidad, que no deja indiferente a nadie, ¿no os parece?
Procedencia de las imágenes: Alvhem
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