Si el otro día veíamos una vivienda en Kiev, donde la característica principal era la parquedad de mobiliario y de objetos decorativos, en la casa que visitamos hoy sucede todo lo contrario. Se trata de la casa de Eugénie y su marido Olivier, quienes han recuperado un antiguo taller familiar del siglo XIX, en Bruselas, en una vivienda donde es posible encontrar (casi) de todo.
En este particular gabinete de curiosidades, lleno de luz (a pesar de la innumerable presencia de objetos) gracias a sus amplios ventanales, la pareja ha dado rienda suelta a su afán coleccionista. Principalmente el de ella, quien debido a su profesión (decoradora de cine) y a su amor por los viajes, se topa a cada momento con flechazos en forma de objetos, piezas de mobiliario..., que acaban encontrando acomodo en su casa, conformando una especie de museo, con una decoración muy teatral, como si de una puesta en escena se tratara.
Aún así, la vivienda no agobia, más bien al contrario, respira vida y calidez, las que desprenden todos esos objetos, "viejunos" casi en su totalidad, y las múltiples historias que cada uno de ellos lleva a sus espaldas. ¡Vivan las casas con alma!
¿Qué os parece?
Procedencia de las imágenes: Milk Decoration
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